Nuestra filosofía es simple: cuando podemos cultivar, cultivamos. Cuando no, elegimos con rigor.
Melena de León (Hericium erinaceus) y Reishi (Ganoderma lucidum):
cultivados por nosotros, en viruta y aserrín de lenga autóctona, alimentados con trigo y salvado de trigo de origen local. Cada ciclo —desde la inoculación, la incubación hasta la cosecha— lo seguimos de cerca. Especial esmero en nuestros productos estrella.
Cordyceps (Cordyceps militaris):
proviene de una pequeña productora argentina que cultiva con estándares orgánicos y un cuidado excepcional. Somos de los pocos en el país que trabajamos con esta materia prima viva y de calidad comprobada.
Cola de Pavo (Trametes versicolor), Tremella (Tremella fuciformis) y Ashwagandha (Withania somnifera):
utilizamos materia prima importada de alta pureza —siempre en forma entera (nunca polvos industriales)— seleccionada por su perfil fitoquímico y ausencia de contaminantes.
No compramos biomasa seca de origen dudoso ni extractos preelaborados.
Extraemos nosotros, desde cero, con lo mejor que encontramos —y cultivamos lo que podemos.
Cada extracto comienza con hongos o raíces enteras, nunca con polvo. Y sigue un método que respeta tanto la tradición como la ciencia.
Tras la cosecha (o recepción de la materia prima), los hongos se secan a baja temperatura para preservar sus compuestos más sensibles.
En alcohol alimenticio de cereal de alta pureza, extraemos los principios liposolubles: triterpenos del Reishi, hericenonas de la Melena de León, withanólidos del Ashwagandha, y otros compuestos que solo el alcohol puede liberar.
El residuo del hongo o raíz se somete a una cocción prolongada pero suave, para extraer los polisacáridos, betaglucanos y otros compuestos hidrosolubles, esenciales para el sistema inmune y la adaptación al estrés.
Ambos extractos se combinan en proporciones cuidadosamente ajustadas, obteniendo un extracto hidroalcohólico completo, biodisponible y listo para integrarse con eficacia en el organismo.
Este enfoque doble es fundamental: muchos productos en el mercado omiten una de las dos fases, perdiendo gran parte del espectro terapéutico del hongo o planta.
En un mercado donde abundan los extractos hechos con polvos inertes, biomasa sin identificar o procesos incompletos, saber de dónde viene lo que consumes no es un detalle: es lo esencial.
Nosotros no solo mostramos nuestro proceso —lo vivimos.
Y cuando no cultivamos directamente, elegimos aliados cuyo trabajo respetamos profundamente.
Nuestros extractos no prometen milagros.
Prometen coherencia: entre lo que decimos y lo que hacemos, entre el origen y el resultado.
Porque cuando se trata de tu bienestar, la calidad no se improvisa —se cultiva, se elige, se extrae con intención.
No somos los más baratos.
Pero sí los que más te pueden contar sobre lo que hay dentro de cada frasco.
¿Tenés dudas sobre cómo usarlos, combinarlos o incorporarlos a tu rutina?
Escribinos. Estamos para acompañar y despejar dudas para que puedas incorporar con confianza los adaptógenos a tu vida.